No se nos ocurre hacer una crítica de una obra de teatro al finalizar el primer acto. Hay que llegar hasta el final de la representación. Pues así es nuestra vida consagrada. El seguimiento de Cristo no termina, porque su llamada es siempre actual y permanente.
Es la aventura de saber comenzar siempre.Lo sepamos o no en nuestro interior hay siempre una batalla. A veces nos parece nuestra vida un ovillo enmarañado, pero poco a poco vas tirando del hilo y los vas desenredando. Ese adentrarse en desenrollar la red es apasionante. Dura toda la vida hasta que al final nos veamos cara a cara con el que está en la otra orilla: Dios mismo que es quien ha tirado del otro lado, siempre atrayendo…
La educación es para nosotras antes que nada una vocación. La intuición de Carmen Sallés al fundar la Congregación fue clara. Educar no es sólo una tarea, es también y ante todo una misión. Lo nuestro es educar mente y corazón. Es una exigencia de justicia y solidaridad, especialmente, con los niños y jóvenes amenazados por diversas formas de marginación y riesgo. Te planteamos dar el paso al encuentro personal con Jesucristo, conocerlo a Él y entrar en comunión con sus sentimientos, preguntarle: « ¿Qué quieres que yo sea?» Y estar dispuesta a perder la vida para darla.